Metodología Clase magisterial
La lección magistral, también
llamada clase magistral, es un método docente que básicamente consiste en la
transmisión de información (o conocimiento) por parte del profesorado al
alumnado de forma unidireccional. Dicho de otra forma, el profesor habla y el
alumnado escucha (o intenta escuchar).
Según el informe sobre
“Propuestas para la renovación de las metodologías educativas” la clase
magistral tiene las siguientes fortalezas:
Permite estructurar el
conocimiento.
Favorece la igualdad de relación
con los estudiantes que asisten a clase.
Favorece la asimilación de un
modelo consolidado en cuanto a la estructura y dinámica de la clase.
Permite la docencia a grupos
numerosos.
Facilita la planificación del
tiempo del docente.
y tiene las siguientes
debilidades:
Fomenta la pasividad y la falta
de participación del estudiante.
Dificulta la reflexión sobre el
aprendizaje.
Provoca un diferente ritmo
docente/discente.
Discentiva la búsqueda de
información por el estudiante.
Limita la participación del
estudiantado.
No favorece la responsabilidad
del estudiante sobre su propio proceso de formación.
Evidentemente todas las personas
hemos recibido clases magistrales y sabemos que algunas fueron maravillosas y
otras imposibles de seguir. Pero ¿qué es lo que diferencia una buena clase
magistral de otra que no lo es?
La inversión de tiempo en su
preparación. Por ejemplo, para impartir
una conferencia (que es muy similar a una lección magistral) se dedica mucho
tiempo a su preparación, se elabora material de apoyo (normalmente a través de
presentaciones), suelen ser entretenidas, presentan lo más relevante y captan
la atención. Evidentemente el secreto ha sido la preparación. Cuanto más tiempo
se tenga para preparar la lección magistral, mejor saldrá.
La motivación. Una de las cosas
útiles de las clases magistrales es que las personas podemos transmitir
sentimientos. Si algo es importante para el alumnado es que se le motive. Es
totalmente imposible motivar al alumnado si el profesorado no lo está. El profesorado
transmite de forma involuntaria lo que siente. Por este motivo suele impartir
mejores clases magistrales el profesorado con vocación que el que no la tiene.
Una recomendación: hay profesorado que motiva a su alumnado poniendo ejemplos
de lo importante que es su asignatura (por ejemplo que se utiliza para los
viajes espaciales). Eso está muy bien, pero o entre su alumnado hay alguien que
quiere ser astronauta, o no les motivará. Lo verán tan lejano, tan difícil de
utilizarlo que se desmotivarán, procure poner ejemplos cercanos al alumnado. Un
buen consejo, mantenga la ilusión con la comenzó en sus inicios como profesor/a
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